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![]() ¿Qué le digo a mi hijo? Kathia Morales Es necesario hacerles saber que no tienen culpa de lo que sucede En cierta ocasión una madre de familia expresó la gran preocupación que le causó escuchar a su hijo de 6 años decir “yo no tengo familia”. El niño mencionó esto porque en el kínder hablaron sobre la familia, refiriéndose a ella bajo el concepto tradicional de padre, madre e hijos. En este caso en particular, el niño vivía solamente con su madre ya que ella era soltera y el padre no le reconoció legalmente. Lamentablemente, el niño, al no haber recibido una explicación previa, supuso que él y su madre no podían ser considerados como una familia al comparar su situación con el modelo tradicional de familia expuesto por sus maestros, lo cual es una percepción errónea. En ocasiones, cuando hay que dar una explicación a los niños, los adultos no saben cómo enfrentar a estas personitas tan importantes y con tantos deseos de comprender su entorno. La verdad Una de las cosas que más afecta la seguridad de un niño es darse cuenta que no se le está diciendo la verdad. A veces los adultos piensan que es fácil ocultarle la verdad a un niño e inclusive lo hacen suponiendo que le hacen un bien. Sin embargo actuar de esta manera es un gran error. Los niños son seres humanos inteligentes, se dan cuenta de las cosas que suceden a su alrededor y cuestionan, con todo derecho, cualquier situación. Cuando no se les dice la verdad se sienten traicionados, engañados y pierden la confianza en las personas que están a su alrededor. Lo correcto será siempre comunicar al niño claramente lo que ha sucedido, especialmente cuando exista una situación que afecte, ya sea positiva o negativamente, su entorno. Un ejemplo obvio es el porqué ya no vive con uno de los miembros de su familia. En estos casos es importante hablarle con palabras claras, que vayan de acuerdo con la edad del niño. Las preguntas Es importante entender la pregunta que el niño formule y dar respuesta cabal, ni más ni menos. A veces existe preocupación sobre el momento en que se le debe hablar al niño y cuál debe ser el tema a tocar, pero esa pauta la pondrá el mismo niño. Ellos hacen la pregunta exacta en el momento exacto, ya que es en ese preciso momento en que se les ha despertado interés en un tema específico. Las respuestas a estas preguntas deben ser concretas y limitarse a lo que el niño está preguntando. Puede ser que la respuesta que se le dé multiplique las preguntas, y en este caso se debe responder a cada una de ellas y tener mucha paciencia a fin de contestar de forma amena y amorosa. De esta manera se logrará la confianza del niño y él se sentirá más seguro. Ambos padres A menos que existan situaciones extremas tales como agresión física o abuso sexual, es muy importante que ambos padres hablen con los niños a fin de asumir la responsabilidad conjuntamente. Si sólo uno de los padres habla con el niño, se creará un ambiente de incertidumbre, y no estará seguro de que se le está diciendo la verdad, o creerá que lo que sucedió es tan malo que no se puede hablar directamente de ello. Una forma sencilla de explicar a un niño pequeño esta situación podría ser, por ejemplo: “papi y mami no pueden vivir juntos pero siempre vamos a ser tus papás y siempre vamos a amarte y cuidarte”. Sin culpables Para el niño es muy doloroso creer que el papá o la mamá tienen la “culpa” de una situación desagradable que se esté dando, sobre todo porque al señalar a alguno de ellos como culpable, él también se va a sentir culpable de la situación. Es necesario hacerle saber que no tiene culpa de lo que sucede, que no es por sus rabietas o por haber sido desobediente en alguna ocasión, o por haber obtenido malas calificaciones. Ninguno de los comportamientos del niño es la causa de los conflictos de la pareja, por lo tanto, se debe ser muy claro con él y hacerle saber que él no tiene la culpa. Las emociones Los niños expresan sus emociones a través de acciones más que palabras. Cuando sucede algo irregular en la vida de un niño, es muy probable que despliegue una serie de manifestaciones que los adultos deben entender y permitir como formas de expresión de esa situación. Puede haber momentos de llanto, de enojo, de rebeldía, de inquietud, y de temor. Inclusive, a raíz de sus sentimientos, podrían originarse conductas críticas, en este caso es muy importante que se les apoye para que salga pronto de la crisis. Entre estos comportamientos se pueden citar dificultades para dormir, falta de apetito o por el contrario comer por ansiedad, y también problemas en los estudios. Cada niño manifestará su tensión, preocupaciones y dudas de diferentes maneras. Situaciones propias Para que un niño logre salir adelante y supere cualquier situación adversa que enfrente, es fundamental que las personas que estén cerca de él hayan resuelto sus propias situaciones. Por lo tanto, es importante que los adultos involucrados sepan manejar sus sentimientos, necesidades emocionales, y que resuelvan sus conflictos, inclusive al buscar ayuda profesional de ser necesario. La desintegración familiar nunca es fácil. Pero al seguir estas pautas, podremos limitar los daños emocionales que la separación les causa a los niños. Artículo producido por Enfoque a |
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