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![]() CONSEJOS PARA FAMILIAS MIXTAS Dr. James Dobson
PREGUNTA: Mi esposo falleció hace tres años, dejándome sola con mis dos hijos. He conocido a un hombre maravilloso, también viudo con dos hijos, y estamos haciendo planes para casarnos. ¿Por dónde debemos comenzar en la construcción de esta nueva familia? Además, ¿podría usted identificar aquellas cuestiones que tienen más probabilidades de ser difíciles para nosotros? RESPUESTA: Les sugeriría muy seriamente que consigan ayuda externa cuando llegue el momento de unir ambas familias. Es sumamente difícil hacerlo solo, y para algunas personas es imposible. Si pueden pagar por el asesoramiento profesional de un especialista en matrimonio, familia y niños, que haya trabajado con familias combinadas, sería prudente que consiguieran esa ayuda. También tal vez un pastor los pudiera ayudar, aunque hay algunas cuestiones difíciles sobre las relaciones, que deben ser manejadas por un profesional que tenga experiencia en ellas. Es probable que uno de sus hijos lo vea a él como un usurpador. Cuando muere el padre o la madre, o cuando se produce un divorcio, uno de los hijos pasa a ocupar el vacío de poder dejado por el padre que se ha marchado. Ese jovencito se convierte en el sustituto del cónyuge. No me estoy refiriendo a cuestiones sexuales, sino a que ese niño o esa niña adquiere una madurez superior a sus años y se relaciona en un plano de igualdad con el padre o la madre que ha quedado. La posición que acompaña a ese papel de apoyo es muy seductora, y por lo general, no están dispuestos a renunciar a ella. El padrastro se convierte en una amenaza para ese hijo. Se debe trabajar mucho para unirlos. La lealtad de los hijos al recuerdo de su padre es otra cuestión que es necesario manejar con delicadeza. Ante sus ojos, recibir con los brazos abiertos al recién llegado equivaldría a un acto de traición. Por supuesto, esto es comprensible, y es necesario hacer algo para sacar a sus hijos de esa situación. Va a necesitar tiempo, paciencia, comprensión y oración. Sin embargo, yo diría que el mayor problema con el que se va a encontrar, es la forma en que se sientan usted y su esposo con respecto a sus hijos. Cada uno de ustedes está irracionalmente consagrado a los suyos propios, y los otros son sólo conocidos. Cuando se produzcan peleas e insultos entre los dos grupos, usted se sentirá tentada a ponerse de parte de aquellos que trajo al mundo, y es probable que su esposo favorezca a los que son de su propia sangre. La tendencia natural consiste en dejar que la familia combinada se disuelva para convertirse en dos campamentos armados: nosotros contra ellos. Si sus hijos captan cualquier tensión entre usted y su esposo por los choques entre ellos, la van a explotar y exagerar para adquirir poder sobre los otros jovencitos, etcétera. Le he descrito el peor de los escenarios, a fin de prepararla para lo que podría suceder. Ahora, permítame darle ánimos. Muchos de estos problemas se pueden prever y disminuir en importancia. Otros se pueden evitar por completo. Es posible combinar dos familias y tener éxito, y son millones los que lo han hecho. Pero la tarea es difícil, y va a necesitar ayuda para realizarla. Si desea más información sobre temas relacionados con la familia por favor llámenos al 1-800-434-2345 (8am a 5pm Tiempo de Montaña) o si esta interesado en tener una de nuestras conferencias para la familia en su iglesia, por favor escribanos a conferencias@enfoquealafamilia.com . Adicionalmente, si desea darnos sus comentarios sobre este artículo, por favor escríbanos a articulos@enfoquealafamilia.com . |
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